Una aparición inesperada desata inquietudes
Durante el primer fin de semana del festival Coachella 2025, una figura llamó la atención del público y, especialmente, de las redes sociales. Aunque Justin Bieber no formó parte del cartel oficial, su presencia fue registrada y ampliamente compartida, generando un sinfín de comentarios y preocupaciones sobre su estado actual.
Un regreso fuera del escenario
Justin Bieber fue visto entre la multitud junto a su esposa, Hailey Bieber, lo que en principio pareció calmar los rumores sobre una posible crisis matrimonial. No obstante, su aparición no estuvo exenta de polémica. El artista fue grabado con una actitud que muchos calificaron como extraña y hasta alarmante.
Un comportamiento que enciende las alertas
En los videos difundidos, Bieber fue captado con un look inusual: vestía múltiples capas de ropa, entre ellas unos jeans anchos a media pierna que dejaban ver su ropa interior. Más allá de su atuendo, lo que realmente causó inquietud fue su comportamiento. Se le observó encorvado, con movimientos de baile descoordinados y con una actitud que algunos describieron como desconectada de la realidad.
Las imágenes se volvieron virales y provocaron que miles de fans expresaran su preocupación en redes sociales. Frases como:
«Parece que está pidiendo ayuda«,
«¿Por qué nadie lo apoya?»,
«No se ve bien»,
fueron compartidas una y otra vez, acompañadas de súplicas por el bienestar del cantante.
Una preocupación que no es nueva
No es la primera vez que el canadiense es tema de conversación durante Coachella. En 2024, Justin Bieber también generó polémica cuando fue visto abrazando efusivamente a su amigo Jaden Smith. Aunque el gesto fue amistoso, las reacciones en línea no se hicieron esperar, con interpretaciones fuera de contexto que dieron pie a comentarios ofensivos y especulaciones sin fundamento.
El peso de la fama y la salud mental
Este nuevo episodio ha reavivado el debate sobre la salud mental en figuras públicas y el impacto del escrutinio constante. Mientras muchos lo critican o ridiculizan, otros hacen un llamado a mostrar empatía y apoyo ante posibles señales de agotamiento emocional.
Lo cierto es que, aunque Justin Bieber no haya tomado el micrófono en esta edición del festival, su presencia ha sido suficiente para colocarlo, una vez más, en el ojo del huracán.