La Coronación de Fátima Bosch en Tailandia
La mexicana Fátima Bosch fue coronada recientemente como la nueva Miss Universo en Tailandia. Su victoria, la cuarta para México, fue obtenida al cierre de una temporada del certamen que fue excepcionalmente marcada por controversias y giros dramáticos. La participante de 25 años, cuya gracia, fuerza y espíritu radiante conquistaron los corazones del mundo, fue reconocida después de un evento que puso de manifiesto diferencias culturales y estratégicas en la cúpula directiva de la organización.
El Dramático Escándalo Previo a la Final
A principios de noviembre, un escándalo sacudió al certamen. La concursante Fátima Bosch fue públicamente reprendida por el director tailandés del evento, Nawat Itsaragrasil, debido a la falta de publicación de contenido promocional. Cuando la concursante reaccionó, Nawat la amenazó con la descalificación y llamó a seguridad, extendiendo la amenaza a quienes ofrecieran su apoyo. Como resultado de esta humillación, la mexicana se retiró de la sala y fue secundada por otras concursantes en un gesto de solidaridad que acaparó los titulares internacionales.
La Organización Miss Universo condenó el comportamiento de Nawat como «malicioso». Incluso, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, elogió a Bosch en ese momento como «un ejemplo de cómo las mujeres debemos alzar la voz» ante la agresión. El drama de bambalinas fue considerado por algunos seguidores en redes sociales como un factor que ayudó a que Fátima Bosch se llevara la corona, sugiriéndose que la coronación pudo ser una compensación por la injusticia previa.
Turbulencias en la Dirección y el Jurado
Una semana después de la polémica inicial, más turbulencias fueron generadas por la dimisión de dos jueces. Uno de ellos, el músico libanés-francés Omar Harfouch, alegó en Instagram que un «jurado improvisado» había preseleccionado a las finalistas antes de la final. Horas más tarde, el exfutbolista francés Claude Makelele también anunció su retirada, aunque por «motivos personales imprevistos». La Organización Miss Universo, sin embargo, rechazó las acusaciones de amaño o de grupos externos no autorizados para la selección de las delegadas.
Esta serie de controversias se produce en un momento de cambio en el liderazgo, ya que la magnate tailandesa transgénero Anne Jakrajutatip dimitió como directora ejecutiva poco antes de los eventos previos, siendo reemplazada por el diplomático guatemalteco Mario Bucaro. Esta transición ha sido descrita como «muy difícil» por expertos, pues las funciones importantes son repartidas ahora entre los dirigentes de Bangkok y México, creando confusión sobre los líderes reales de la marca.
La Relevancia Continua del Concurso
La coronación de Fátima Bosch también subraya la determinación de la organización de seguir siendo relevante y evolucionar. El objetivo es transicionar de un espectáculo televisivo anual a una marca mediática adaptada a plataformas como TikTok. A pesar de la disminución constante de la audiencia televisiva, los concursos de belleza en regiones como América Latina y el sudeste asiático siguen siendo vistos como una vía para salir de la pobreza o un pase exprés a la fama. La organización ha hecho concesiones, como permitir trajes que cubren el cuerpo completo a concursantes de países conservadores. Antiguas directivas han afirmado que el empoderamiento de las mujeres debe ser el núcleo de la organización para que el certamen pueda mantener su papel en la sociedad. El certamen, que sigue enfrentándose a críticas constantes por la cosificación, ha buscado adaptarse sin perder sus valores fundamentales.