Padre de Paloma Nicole denuncia presunta negligencia médica
La trágica muerte de la menor Paloma Nicole Arellano Escobedo, de tan solo 14 años, es investigada por las autoridades de Durango. El fallecimiento se habría producido como consecuencia de complicaciones derivadas de una cirugía estética que, presuntamente, le fue ocultada a su padre. Carlos Arellano, progenitor de la adolescente, ha interpuesto una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado, exigiendo que se esclarezcan los hechos y se haga justicia. La denuncia fue presentada después de que el padre descubriera en el funeral que su hija había sido sometida a un implante mamario, procedimiento que la habría llevado a una hospitalización de una semana y a su posterior deceso.
El engaño sobre la causa del malestar
Según el testimonio del padre, la versión que se le proporcionó inicialmente fue completamente distinta. La madre de la menor le informó que Paloma Nicole se había contagiado de covid-19 en la escuela y que, por esa razón, se aislarían en unas cabañas en la sierra de Durango. El señor Arellano, quien se encuentra separado de la madre, no sospechó de la situación. Días después, el 15 de septiembre, fue notificado de que su hija se encontraba hospitalizada en estado grave en una clínica privada. En ese momento, se le comunicó que las complicaciones se debían al supuesto contagio, por lo que no tuvo oportunidad de hablar con ella antes de que fuera inducida a un coma.
Complicaciones médicas y hospitalización
Una vez en el hospital, la salud de la joven se deterioró rápidamente. Paloma Nicole sufrió un paro cardiorrespiratorio que le ocasionó una severa inflamación cerebral, motivo por el cual fue intubada. Durante la semana de hospitalización, se le realizaron constantes limpiezas internas debido a la acumulación de mucosidad. Aunque se observó una breve mejoría el 19 de septiembre, su estado empeoró drásticamente esa misma noche. La inflamación cerebral se agravó y el diagnóstico fue devastador: el cuadro era terminal. Finalmente, el sábado, los médicos le diagnosticaron muerte cerebral. Fue en el hospital donde su padre notó un corpiño quirúrgico, un detalle que en ese momento no comprendió.
El descubrimiento y la denuncia
El momento de la verdad llegó en la funeraria. Durante un momento a solas con el cuerpo de su hija, y en compañía de otros familiares, el señor Arellano decidió revisar el cuerpo. Fue entonces cuando encontraron las cicatrices y confirmaron que la menor tenía implantes mamarios. «Vimos que tenía implantes, implantes en la niña, y este, pues, vimos las cicatrices que le habían hecho», detalló. Con esta evidencia, Carlos Arellano acudió a la Fiscalía para interponer la denuncia correspondiente. La autoridad actuó de inmediato, solicitando el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense para realizar la necropsia de ley, cuyos resultados se esperan en aproximadamente 20 días.
